Rusia lanza su ofensiva final sobre Bajmut antes de que Ucrania despliegue en la zona el material ofensivo de Occidente

Los combates en Bajmut.
Los combates en Bajmut.
Carlos Gámez
Los combates en Bajmut.

Si cae Bajmut, Rusia dará por hecho un tanto en la invasión de Ucrania que lleva meses persiguiendo. Y parece que, ahora sí, Bajmut está cerca de caer. Y es que las fuerzas aerotransportadas rusas han bloqueado la ciudad oriental desde las direcciones norte y sur, declaró este miércoles el Ministerio de Defensa ruso, unos avances que Kiev reconoce. El objetivo de Moscú no es otro que hacerse con ese enclave, más simbólico que estratégico para muchos, antes de que las fuerzas de Volodimir Zelenski desplieguen en ese punto el material bélico enviado por Occidente, que ya está empezando a llegar.

El Kremlin explicó que también los mercenarios de Wagner continúan su avance en la urbe, donde han conquistado tres otras manzanas en la última jornada. "En el frente de Donetsk, los destacamentos de asalto liberaron tres manzanas en el noroeste, centro y suroeste de la ciudad", matizaron. Desde el viernes pasado, Defensa ha informado de la toma de quince manzanas en la ciudad, uno de los principales campos de batalla entre las fuerzas rusas y ucranianas desde hace varios meses.

Además, los mandos militares rusos añadieron que en la zona de Avdíivka, otro bastión ucraniano donde se libran combates encarnizados, las fuerzas rusas golpearon un puesto de mando ucraniano. En total, durante la última jornada, la artillería rusa atacó 67 objetivos y dejó un total de medio millar de militares de Ucrania.

El Gobierno de Volodimir Zelenski es muy consciente de la situación. La viceministra de Defensa, Hanna Malyar, asumió esos avances rusos y los atribuye a las tácticas de tierra quemada ya utilizadas en Siria por el ejército ruso, que Moscú está aplicando en esa localidad. "Como pierden contra nosotros en las luchas callejeras, han recurrido a las tácticas que ya usaron en Siria y están borrando los edificios de la faz de la tierra", explicó Malyar en el servicio nacional de noticias.

La viceministra agregó que a las fuerzas ucranianas les resulta "muy difícil mantener sus posiciones" sin edificios y otras infraestructuras en las que poder esconderse, lo que explica que se esté produciendo “un ligero avance del enemigo” en algunas de las zonas que los rusos aún no controlan en Bajmut. Malyar insistió asimismo en que Rusia está pagando un precio altísimo por sus intentos de tomar por completo Bajmut, tanto a nivel económico como de bajas y pérdidas de material militar.

La viceministra aseguró que las bajas rusas son muy superiores a las ucranianas, aunque reconoció que Ucrania también está destinando ingentes recursos a defender el territorio -mínimo- que todavía controla en Bajmut. Malyar recordó que Ucrania está lanzando contraataques en zonas como la propia Bajmut, Mariinka, Avdíivka y Limán, que están situadas en el este de Ucrania y en las que se producen los combates más duros de todo el frente. Según la política ucraniana, estas acciones deben ser consideradas parte de la contraofensiva con la que Ucrania espera recuperar territorios ocupados por Rusia en las próximas semanas o meses.

Moscú tiene mucha prisa

Con todo, la realidad es que Rusia tiene prisa por sumar alguna victoria sobre el terreno, algo que no se da como tal desde 2022. ¿Por qué ha acelerado? En gran parte porque Ucrania ya ha confirmado la llegada al país del primer sistema de defensa antiaérea estadounidense Patriot procedente de Alemania ante los ataques con misiles de las tropas rusas en el marco de la invasión del territorio.

El ministro de defensa del país, Oleksi Reznikov, ha confirmado que el sistema ya se encuentra en suelo ucraniano, pero ha recordado que la primera vez que lo solicitó fue en agosto de 2021, antes incluso de que empezara la guerra. "Hoy, nuestro bello cielo ucraniano se ha vuelto más seguro gracias a los sistemas de defensa Patriot, que ya han llegado", ha aseverado en un mensaje de Twitter en el que ha matizado que los militares ucranianos "dominarán su uso tan rápido como sea posible".

En este sentido, ha recalcado que los socios "han cumplido su palabra" y ha apuntado que la llegada del sistema responde al "duro trabajo realizado bajo el liderazgo del presidente, Volodimir Zelenski". Asimismo, ha dado las gracias a las autoridades estadounidenses, alemanas y neerlandesas, además de a los ciudadanos de los tres países. "Juntos ganaremos", ha afirmado antes de insistir en que en 2021 cuando solicitó estos sistemas, "la libertad e independencia ucranianas ya estaban siendo amenazadas".

Rusia no va colapsar por arte de magia

Previamente, las autoridades alemanas han informado de la entrega de estos sistemas, según ha informado el Gobierno en la página web que registra el suministro de armas a Kiev. La batería móvil es uno de los sistemas tierra-aire más avanzados del mundo. Puede utilizarse para combatir aviones enemigos, misiles balísticos y misiles crucero, tal y como ha recogido la agencia alemana de noticias DPA.

El escenario sobre el terreno se mueve entre el estancamiento en algunos puntos y precisamente la aceleración de Rusia en otros al tiempo que Ucrania se rearma. Mientras, el Reino Unido asume que la guerra va a continuar también en 2024 porque, según el ministro de Defensa británico, Ben Wallace, "Rusia no va colapsar por arte de magia". En este sentido, ha pedido a la comunidad internacional que sea "realista", y considera importante seguir dotando de apoyo a las tropas ucranianas a medio plazo. "Soy optimista y creo que este año o el siguiente, Ucrania seguirá avanzando en esta dirección", dijo en una entrevista con The New York Times. Fuentes cercanas a la Inteligencia estadounidense apuntan a que Kiev y los aliados estarían preparando activamente un contraataque contra las fuerzas rusas y señalan que dicha operación podría comenzar el próximo 30 de abril.

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